- María Jiménez, vocal de Caridad de la Hermandad, cuenta cómo surgió la idea y en qué consiste esta bonita iniciativa que cada vez cuenta con más participación.
«Todo surgió cuándo nos dimos cuenta que había muchas personas que cuando llegaban esas fechas sí que tenían una cena para llevarse a la boca gracias a la ayuda de diferentes asociaciones, ONGs, etc. Sin embargo, una cena digna, no lo tenía todo el mundo por desgracia».
Nos cuenta Isabel, una de las pioneras en dar forma a esta iniciativa. «En la mayoría recogida de alimentos, la gente aporta productos no perecederos, sin embargo, hay muchos otros alimentos a los que estas personas no tienen acceso y queríamos que, al menos, en estas fechas pudiesen disfrutar de alimentos como polvorones, patés, chacinas, y cosas que normalmente no comen».
El primer paso que se llevó a cabo fue ponerse en contacto con Cáritas parroquial, y ya ellos los derivaron a las distintas familias, mediante una especie de entrevista previa en la que se informa no sólo del número de miembros de la misma, sino también si esa familia tiene alguna particularidad, por ejemplo, si no comen cerdo por creencias religiosas, si tienen algún tipo de intolerancia, etc. » Una vez tenemos ya esas directrices por parte de la asistenta social de Cáritas, nos ponemos a realizar los lotes o cestas para las familias, para que todo el mundo coma dignamente esa noche. Estos dos últimos años salió todo muy bien y este año tenemos ya más de 40 familias derivadas, entre Cáritas y familias allegadas a la hermandad a las que ayudamos habitualmente «, nos cuenta Isabel.
El donativo que se aporta son 15€, aunque realmente ese dinero es un poco simbólico porque con ese dinero no se compra una cena de Navidad. El resto del dinero se aporta de la bolsa de Caridad de la hermandad, a través de la venta de marcapáginas solidarios por ej, u otros detalles y aportación de la gente.
El reparto se hará el día 23 en Cáritas para que las familias puedan disponer de la cesta ya para las fechas. Y en el reparto, además de alimentos, va mucha ilusión y cariño que ponen estos voluntarios de la hermandad del Nazareno que esperan que este año vuelva a llegar la magia a muchas familias de Puerto Real.