Jose Ángel Bógalo Ponce de 49 años de edad, con una enfermedad respiratoria empeorada tras una operación en 2014 cuya intención era la de mejorar los problemas de salud que padecía, sigue acampado en las puertas del Hospital de Puerto Real, sin recibir respuesta por parte del centro. Son ya quince días de huelga los que lleva en su momentánea e improvisada casa, con el riesgo que esto conlleva para su salud.
Muchas han sido las muestras de cariño por parte de su pueblo, familiares, amigos y vecinos de su barriada del Río San Pedro. Sin embargo, aún nada de lo que esperaba él, con la muestra, no de cariño, cómo el mismo nos comenta, sino de empatía por parte de la dirección del Hospital o del doctor que lo intervino, en una intervención quirúrgica maldita, nos narra Jose Ángel.
Diariamente en redes sociales locales y de la Bahía de Cádiz, se suceden las muestras de cariño, ánimo y preocupación por este gaditano muy querido en su lugar de residencia habitual. Además, cabe destacar que estos días de «acampada indefinida» coinciden con una de las olas de frío de esta temporada estival, algo que no hace más que empeorar su situación. Su aspecto físico, nos narra preocupado, empieza a notar deterioro, por mor del mal aseo, precario descanso nocturno y no comer debidamente. Y todo ello sumado a su delicado estado de salud.
Entre otras muestras de cariño y preocupación, observamos en estos días en redes sociales, un vídeo de una vecina puertorrealeña, que en peregrinación a la patrona, iba rezando por él y su situación. Vecinos y vecinas comparten noticias de distintos medios locales que se van haciendo eco de la noticia, además de fotografías del propio José Ángel, cariño que cura un poco su alma, pero no su salud y la esperada respuesta por parte de la dirección del Hospital.
Nos cuenta José Ángel que, a día de hoy en estos 15 días, solo ha recibido la visita en los primeros días del jefe de seguridad del Hospital de Puerto Real, que bajó cuando empezó su huelga. Una huelga que en principio era de hambre para, posteriormente, pasar a ser indefinida en las puertas del centro, por recomendación de sus allegados preocupándose por su salud. El jefe de seguridad no era precisamente la visita que él esperaba ya que, por su parte notó más curiosidad a ver qué quería y porque estaba allí, que una preocupación como tal, nos sigue comentando.
Le preguntamos qué espera tras estos 15 días y nos cuenta esto: «Mi vida fue arruinada por una intervención quirúrgica, en la que especifiqué concretamente, que no me extirparan los cornetes, cosa que sí hicieron. Me metí en un quirófano para mejorar mi calidad de vida, poder retomar acciones cotidianas como el ejercicio físico que siempre me apasionó y poder rendir en mi puesto de trabajo en plenas condiciones, pero salí peor que entré, no cumpliendo mis objetivos, además de encontrar que me quitaron partes de mi sistema respiratorio, que especifiqué que no hicieran. Yo en las frías noches que llevo aquí, cuando la soledad me rodea y me tiene la noche en vilo, me da para pensar muchas cosas. Me destroza saber que mi familia y mi pareja están sufriendo por esta situación, pero aviso a los que deberían de mostrar una responsabilidad, que no me voy a rendir y si tengo que caer en mi reivindicación, así lo haré». Nos narra muy afectado por todo lo vivido.
Desde Corporación Noticias En Puerto Real, nos sumamos al igual que otros compañeros de información, a seguir al hilo de la noticia en la situación de este puertorrealeño, poner nuestro granito de arena a dar voz a su causa, esperando que lleguen respuestas o esa visita que tanto espera, con la esperanza de llegar al final de su situación.