Mucho ha pasado desde el primer día que José Ángel, vecino de Puerto Real, decide por un impulso personal, acamparse en los exteriores del Hospital. Transcurre ya la friolera cifra de 30 días de campamento, sufriendo en este periodo diversidad de situaciones climáticas y de temperaturas, pillándole, incluso, una de las olas de frío estivales.
En el tiempo que ha transcurrido, José Ángel nos ha trasladado nuevamente a este medio toda las situaciones vividas hasta el día de hoy, sufriendo diversidad de emociones tanto buenas, como las que no lo han sido tanto. Pero tiene la esperanza, y eso le da muchas energías, que su protesta valdrá para que ninguna persona ya no de Puerto Real, sino de otros municipios, padezcan lo que ha sufrido él en primera persona.
Nos narra con emoción el gran número de paisanos que de manera individual, acuden con cierta frecuencia a visitarlo, charlar con él o llevarle cosas que hagan más llevadero su día a día. También quiere agradecer a las asociaciones puertorrealeñas que se han preocupado por brindar su apoyo y proporcionar también apoyo emocional y ayudas a su protesta diaria.
Nos cuenta que una de las personas que lo visita habitualmente y que posee una revista de ámbito laboral, quería publicar un artículo con su historia, las consecuencias que sus problemas de salud y cómo esta situación le ha repercutido en su vida laboral. A día de hoy se encuentra en desempleo, consecuencia de su situación, siendo una de las cosas que reclama en su protesta. Él dice «¿ahora qué pasa conmigo?, ¿ya no valgo para nada?» Esta situación es, sin duda, de la que más le afecta además de sus problemas de salud.
Algunas representaciones de partidos políticos han acudido a verlo e interesarse por su situación, lo cual él agradece, pero les pide y pedirá si vuelven a visitarlo, que lo ayuden para que su visita tenga sentido. También acudió en algún momento una representación municipal, pero le disgustó ver que la máxima autoridad de su pueblo, la alcaldesa Elena Amaya, no lo hacía, aunque sí en su caso algunos concejales del ayuntamiento de Puerto Real.
Hay también una cosa que nos la cuenta bastante afectado y es la negativa por parte del Hospital a poder asearse dentro del mismo, sufriendo algún problema de salud estomacal, posiblemente a consecuencia de la falta de una buena higiene. También la petición, con la respuesta negativa, de poder usar una toma de luz ubicada en una casetilla que está junto a su tienda de campaña. Esto le permitiría no tener que ir a cargar el móvil a urgencias o alguna otra parte del centro hospitalario, que no siempre permiten hacer. Posee un cargador solar donado por un vecino o en las ventas colindantes suele también cargar su móvil, con la única intención de estar localizado para sus familiares y amigos.
La confianza la tiene depositada, nos cuenta, en Marea Blanca Puerto Real. Y sabe que están luchando por ayudarlo. José Ángel es consciente de que le queda mucho camino por delante, pero siempre repite que aunque sabe que su daño físico es irreparable totalmente, su acción está enfocada no solo en su defensa personal, sino en preservar a futuros casos de cualquier persona, para que no pase por el infierno que lleva padeciendo 7 años ya, como decíamos anteriormente.
Algunos vecinos que visitan con frecuencia a Jose Ángel, hablaban con él la posibilidad de hacer algún tipo de concentración-apoyo- protesta en su barriada de residencia, la barriada del Río San Pedro, barajando el centro de salud del barrio como un punto de los propuestos. Esta medida aún habrá que esperar un poco para poderla realizar, pero si se estima oportuno, pedirían los permisos pertinentes para llevarla a cabo.
Todo esto se resume en 30 días esperando una respuesta por parte de la dirección del hospital. Agradece el apoyo que mucho personal del centro le brinda, como el ofrecimiento que tuvieron desde el restaurante del propio hospital, para ofrecerle diariamente sus pertinentes comidas diarias que llevan con sus bandejas a la hora de comer.
Desde Corporación En Puerto Real desearle a José Ángel Bógalo Ponce, el protagonista de esta triste historia, un final feliz. Seguiremos cubriendo su transcurso dando testimonio íntegro de sus palabras, aunque deseando no tener que hacerlo señal de que consiguió su propósito.