José Luis Romero Pacheco
«El Centro de Interpretación de las Casas de Cargadores a Indias, proyectado en el Palacio de Araníbar y para cuya ejecución el gobierno anterior del PSOE e IU consiguió una subvención de 853.000 euros en 2018, ha entrado en la fase de letargo que tanto le gusta alentar al actual equipo de gobierno. Y es que, como todo es susceptible de empeoramiento, parece que Beardo y sus amigos siguen con la estrategia de no dejar títere con cabeza y manga por hombro, como si la teoría del despropósito tuviera su epicentro en nuestra ciudad y sus artífices y colaboradores necesarios (PP-Ciudadanos) hicieran esfuerzos ímprobos en no salir del ostracismo y estancamiento al que han llevado a la ciudad esta happy pandi de preparados, como ellos mismos se auto denominaban en la campaña de 2019.
Se puede dar el caso de que Beardo pida a la Sra. Teófila que la Autoridad Portuaria salga al paso de este nuevo affaire de la incapacidad absoluta de sus pupilos del PP portuense y, en su lugar, promueva un nuevo museo de fletes no embarcados o de mercancías caducadas en espera de alguna nao ficticia a la que el armador Beardo encargara el traslado de mercancías a las Indias. Todo sería cuestión de sacar una nueva concesión del demanio portuario para el museo alternativo, promovido por la Autoridad Portuaria a la que el Sr. Alcalde tanto agradeció su esponsorización y ayuda en su puesta de largo, en fechas recientes, como tertuliano en la villa y corte bajo el auspicio y colaboración del grupo FCC.
Afortunadamente, el esplendoroso comercio con las Indias pudo llevarse a cabo muchos años antes y gracias a que Beardo aún no era ni proyecto de futuro, bajo mercaderes, comerciantes y armadores abnegados y responsables, a los que unos siglos después, Beardo el incapaz rinde el pobre homenaje de la parálisis sine die del Museo de Cargadores destinado a ensalzar a aquellos hombres, mujeres y empresas que tanta riqueza y esplendor dieron a nuestra ciudad.
Todo lo cual contrasta con el pobre bagaje que este equipo de gobierno está dejando en la ciudad durante su mandato que, tras despropósitos y desgobierno, sobrevive a duras penas, huérfana de liderazgo, de proyecto y de compromiso de sus regidores, con el esfuerzo individual y colectivo de los portuenses que han de redoblar esfuerzos para contrarrestar la ausencia total de gestión del gobierno municipal.
Sr. Calleja, ahora que aún le queda tiempo para organizar las próximas efemérides, dedique un tiempo de reflexión y exíjale a sus compañeros de gobierno que dejen de esconderse y apropiarse de su trabajo y que, en las postrimerías del final de mandato, si no son capaces de crear que, al menos, no interrumpan ni paralicen los proyectos en marcha».