Carlos Asensio Delgado de Mendoza, de 61 años de edad, hoy residente en Puerto Real y más concretamente en la barriada puertorrealeña del Río San Pedro, se está convirtiendo en alguien conocido en las redes sociales locales por sus constantes denuncias mediante fotografías, llegando incluso a interactuar con miembros municipales por la trascendencia de las mismas.
Carlos, por su profesión en la recepción de hoteles de prestigio, ha vivido en distintas ciudades como: Ceuta, Cáceres, Sevilla, Granada, Córdoba y hoy por hoy, en Puerto Real, Cádiz. Las comparaciones siempre son odiosas, como él mismo nos cuenta, pero lo que sí afirma es que en ninguno de los barrios más humildes de los muchos en los que ha estado anteriormente, ha visto lo que en Puerto Real ve constantemente y plasma en fotografías que comparte con todos sus paisanos, además de tener creado unos archivos, los cuales ordena por distintas clasificaciones sus denuncias.
Estudió Derecho y Turismo, además le gusta mucho leer y documentarse, dando pruebas de ello en su entrevista de ser una persona formada y con gran educación. Él dice, a modo de broma, que no hay nadie con más tiempo que un jubilado, así que un día se decidió a hacer algo cansado por el abandono que observaba y, móvil en mano, empezó su cruzada contra ella. Hoy por hoy, nos cuenta que ha pasado de ser un vecino desconocido, a que lo aborden por la calle para felicitarle por sus acciones, algo a lo que no está acostumbrado.
Reside en Puerto Real desde hace 12 años. Enamorado de esta zona, decidió adquirir una vivienda en la misma, pero no entiende lo que ocurre en sus calles, no desde ahora, sino desde el primer día que salió a dar un paseo. Es consciente que el lugar tiene una gran belleza paisajística, pero una nula urbanística. Le indigna ver cómo no saben sacar más partido a un lugar con un gran potencial, afirma alguien que lleva toda su vida siendo un gran profesional del sector turismo.
Los paseos diarios dieron aumento desde que Carlos fue obsequiado con su compañera de denuncias, su perra Berta, fiel compañera de fotografías e indignación por sus salidas matutinas. Nos añade que no entiende como algo tan sencillo como un bote de agua y jabón, además de las bolsitas para excrementos, no son usados con más asiduidad por las personas y, más concretamente, echa en falta que en Puerto Real se pusiese un reglamento para su uso en los ciudadanos.
«Río San Pedro. Proyecto vanguardista urbanístico del Exmo Ayuntamiento de la Villa de Puerto Real», así comienzan todas sus denuncias o con una alusión a algo típico como la cerámica de Castellón o el cocido madrileño ya que, como él dice, «algo con denominación de origen podrían ser los Agujeros de San Pedro o las Aceras Movedizas de Puerto Real que podrían tomarse como algo turístico».
La interacción con miembros municipales no iba a tardaría en llegar. En una conversación pública, con el actual concejal de urbanismo, el Teniente de Alcaldesa Carlos Salguero, aseguraba él mismo que uno de los agujeros que aparecían en sus fotografías de Agujeros de San Pedro, sería arreglado inmediatamente. La conversación fue en las pasadas navidades y actualmente sigue sin darse solución.
Cabe destacar que Carlos no forma parte de ninguna asociación ni colectivo, valora sus actividades para con los demás o el pueblo, pero como él mismo dice: «yo admiro a los misioneros, pero no por ello iré de misiones». Tampoco tiene militancia en ningún partido político etiqueta, afirma, que ponen hoy a cualquier persona que intenta hacer algo fuera de lo que suele ser normal en los ciudadanos.
Su labor nos la resume en una frase muy sencilla,
«Yo no quiero vivir así, pago mis impuestos y quiero ver resultados reales».
Carlos afirma que sus calles parecen más un campo de batalla que una zona de paseo propiamente.