- Tribuna libre: JJFM, Director Corporación Noticias
Durante los últimos años han proliferado en distintos puntos de la geografía, tanto autonómica como nacional, diferentes reivindicaciones para considerar al andaluz como una lengua cooficial de España.
A pesar de la presión social que han sufrido a lo largo de las décadas multitud de personas andaluzas que han tenido que emigrar hacia distintos puntos de la geografía para modificar su habla, lo cierto es que muchas otras tantas la han exhibido de manera exacerbada.
Así, las que han convertido la política en su profesión muestran el andaluz en cada una de sus intervenciones, haciéndose eco de las mismas los distintos medios de comunicación nacionales en sus tertulias mañaneras.
Aunque el 28 de mayo de 2023 aún queda algo lejano en el tiempo, día en el que se celebrarán elecciones municipales, lo cierto es que durante las distintas Sesiones, tanto Ordinarias como Extraordinarias, ya ha comenzado la conocida batalla del Po’ YO.
Po’ YO hice… Po’ YO voy a hacer… Po’ YO sí… Po´ YO no… Así hasta tantas combinaciones posibles con la misma estructura gramatical que se repite en cada ocasión y que está compuesta por una conjunción causal junto a un sujeto.
Todo parece apuntar a que la próxima batalla del Po’ YO ya ha comenzado, siendo el espacio de operaciones la última Sesión Ordinaria que ha acogido el Consistorio portuense el 9 de noviembre.
De esta manera, ésta se habría transformado hasta casi convertiste en un ring de boxeo por parte de algunos de los concejales que conforman la Corporación municipal y todo por defender su propio Po’ YO.
Ahora es Po’ YO te dije… Po’ YO no te dije… Po’ YO recibí un codazo y no te insulté… Po’ YO no te di un codazo y me insultaste… Al parecer, el Po’ YO a pesar de ser una expresión andaluza también contiene un alto grado de testosterona.
El nerviosismo por estar o por llegar se está apoderando del Ayuntamiento de El Puerto y ésta no es más que una estrategia que las diferentes formaciones políticas utilizan cuando se aproximan las elecciones.
Poco a poco se van olvidando de cada una de las personas que depositaron su confianza en sus ideales para transformar la ciudad y se encuentran más preocupadas en recriminarse su gestión durante todos estos días.
Al final, ¿a quién beneficia la batalla del Po’ YO? A pesar de que algunos dirigentes se han encargado de justificarla, lo cierto es que los únicos perdedores de la misma son todas las personas que residen en El Puerto.