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Juan Clavero Salvador.
A veces, la realidad supera la ficción, el pasado mes de mayo a una empresa constructora que procedía a la demolición de la residencia de tiempo libre de Cádiz. No se le ocurrió otra cosa que verter todos los escombros en el bosque mas valioso que tenemos en El Puerto que es el Rancho Linares. Cuando la obligación legal es llevarlo a una planta de reciclaje que existe muy cerquita en el propio Puerto de Santa María.
Cuando estos hechos se denuncian al ayuntamiento por parte de Ecologistas en Acción, por el Seprona, por la junta de Andalucía y por la propia asociación de empresarios de reciclaje, el señor jefe de servicio de medio ambiente lo que hace es decir que él es incompetente en el vertido de escombros. Este señor se declara claramente incompetente y lo remite a urbanismo. Este dice que el único problema es la falta de licencia cuando una ordenanza de vertidos municipal es multa hasta con 13.000 euros. Los vertidos a los espacios sean públicos o privados de residuos sin la autorización respectiva. Por tanto este señor o desconoce sus propios reglamentos o incurre una manifiesta prevaricación.